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¿QUÉ ES LA BELLEZA HOLÍSTICA?

2025-01-22 10:31

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¿QUÉ ES LA BELLEZA HOLÍSTICA?

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Antiguamente, ya hace más que algunos años, cuando queríamos conocer el significado de algo recurríamos al diccionario en lugar de a Wikipedia. Como amante de la lengua y del oficio artesanal, practicaré el noble arte de darle a cada cosa el nombre que necesita:

Belleza. (De bello).f. Propiedad de las cosas que hace amarlas, infundiendo en nosotros deleite espiritual. Esta propiedad existe en la naturaleza y en las obras literarias y artísticas ( Y yo añado que en todos y cada uno de nosotros si sabemos encontrarla).

Holística. adj. Fil. Perteneciente o relativo al holismo.

Holismo. (de holo- e –ismo)m. Fil. Doctrina que propugna la concepción de cada realidad como un todo distinto de la suma de las partes que lo componen. (Como seríamos tú, yo, y la pareja formada por ambos).

Haciendo un ejercicio conciliador con los términos podemos concluir que la belleza holística va a ser, o a estar en relación, con aquello que comprenda a la persona como un todo, desde la perspectiva cuerpo-mente-espíritu, donde entenderemos que podremos estar más o menos guapas, tanto desde un punto de vista autoperceptivo (la propia imagen) como desde un punto de vista externo (la mirada de los otros) en función de cómo seamos, de cómo estemos y de cómo nos cuidemos; También podríamos considerar como holístico el hecho de embellecer, en una sola sesión, cabello, rostro y cuerpo.


CUERPO - MENTE - ESPÍRITU

Cuando nos referimos a estar más o menos bellas dependiendo de cómo seamos, creo que todas, intuitivamente, tenemos clara la polaridad que existe entre absolutamente todas y cada una de las cosas, tangibles e intangibles, que nos contienen y acompañan en tercera dimensión: la luz y la oscuridad, lo positivo y lo negativo, lo bueno y lo malo, lo bello y lo feo, y así infinitamente…




Todas vibramos en algún punto del amplio espectro que va de un polo a otro. Y está en la mano de cada una acercar nuestra vibración a aquello que nos provoque el deleite espiritual, así como el de los sentidos. Esto, en mi humilde opinión, depende del ojo de quien lo mira, pues la concepción de qué es bello y qué no, lo dejaremos al fuero interno y a la interpretación individual.




Lo que a mí me provoca un goce estético, no necesariamente tiene que provocárselo al de en frente, independientemente de que los cánones de belleza que acompañan a cada época estén más o menos insertos en nuestros inconscientes y nos estén condicionando a la hora de decidir lo que es bonito y lo que no.




Unas caderas anchas, en la Edad Media, eran signo de belleza, algo deseable en la mujer, pues se la consideraba buena paridora, algo imprescindible en un tiempo en que los anticonceptivos, de existir, estarían al alcance de unos pocos, y no morir en el parto durante los sucesivos alumbramientos potenciales que se pueden dar a lo largo de la vida era una cualidad digna de anhelo.




En los años 90 del siglo XX, en cambio, una ola de misoginia por parte de los diseñadores de moda nos impuso a toda una generación el trastorno alimenticio como modo de vida y el renegar de nuestras curvas. (Muchas de mis amigas, adolescentes entonces, siguen viéndose gordas con 55 kilos a sus 40 años).




Ahora, de nuevo, volvemos a amar a una mujer con curvas, llevando esto al extremo, en iconos de las nuevas generaciones como las mediáticas hermanas Kardashian o la voluptuosa Beyoncé.






Seamos como seamos, atravesaremos diferentes etapas en nuestro camino en las que estaremos más o menos conformes con nuestra genética, con nuestra suerte, con el paso inexorable del tiempo… En nuestra mano está abrazar con amor lo que tenemos y queremos conservar o trabajar para cambiar lo que no nos pertenece.




Esto sería refiriéndonos a un nivel físico, pero, como estamos hablando de belleza holística, en el cómo seamos tenemos que incluir también nuestro carácter, nuestras tendencias de pensamiento, ¿soy por lo general una persona optimista, pesimista o depende de la ocasión? ¿Soy una persona perfeccionista hasta el extremo, me da lo mismo un “so” que un “arre” o encuentro el equilibrio en algún punto entre ambas? ¿Acepto el cambio y la evolución constante, me apego a una determinada forma de ser y estar en el mundo, procuro crecer y aprender a cada paso de los errores y los aciertos y doy gracias por los unos y por los otros?



Seguramente has tenido momentos en la vida en los que has sufrido una transformación a nivel interno y sentiste la necesidad de reflejarlo a nivel externo, puesto que tu aspecto actual, ya no definía quién eras realmente con exactitud y no te identificabas contigo misma cuando mirabas en el espejo. Ahí es donde entra el cómo estés.




CARGA SIMBÓLICA

¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes? ¿Qué expresan tus ojos, tu pelo, tu ropa? ¿Qué quieres que expresen? ¿Sabes cómo conseguirlo o necesitas ayuda?






Si hago retrospectiva, me doy cuenta de que de los 15 a los 19 he llevado el pelo de todos los colores habidos y por haber, rubio, pelirrojo, rojo, violín, negro, morado, turquesa Y fucsia. Y cada uno de ellos habló de mí al mundo, de quién era yo y cómo me sentía. Un buen día mi percepción de lo que era bello en mí y de cómo debía manifestarlo cambió. Ahora, además de mi percepción, como he de actuar en consecuencia con mi cabello debilitado por culpa de una tiroides disfuncional (como podéis consultar en la entrada ¡Se me cae el pelo S.O:S.!) ya no me coloreo el cabello sino con barros y con colores orgánicos, hechos con ingredientes naturales, porque me ayuda a mantenerlo sano y fuerte, y amigas, creedme que, salud, es belleza.




También he expresado los grandes hitos de mi vida con un corte radical. Como buena chica géminis, puedo pasar de un largo por la cintura, a un pixie sin pensarlo dos minutos. Y como paradoja, para muchas de vosotras, que no os decidís por la comodidad de un corte corto, os diré que, con el estilo adecuado estamos mucho más femeninas si cabe que con el largo (lo sé, la duda nos atormenta ¿corto, largo, media melena? y para añadir más variables a nuestra decisión, trascendental en términos relativos, nuestra pareja puede darnos a entender que si nos cortamos ese bello cabello largo le estaremos amputando una parte de sí misma, pero, creedme, no hay nada mejor, ni más liberador, que darte permiso para cambiar cuando sientes que lo necesitas). No dejemos que sus opiniones, por más respetables que éstas sean, condicionen cómo queremos percibirnos a nosotras mismas o cómo queremos mostrarnos al mundo. Sigamos la voz interior. No las exteriores.




En cuanto al cómo nos cuidemos, si habéis llegado hasta aquí, es porque sabéis que nuestro cuerpo es el templo sagrado donde habita nuestra alma, y es nuestra responsabilidad alimentarlo con lo que necesite para tener salud, ejercitarlo y mantenerlo en el mejor estado posible mientras sea nuestra casa. Amarlo, respetarlo y atender sus necesidades. Pero esto, es ya otra entrada…




Te esperamos con los brazos abiertos.

contacto@bellezaholistica.es

Un abrazo de luz